En este blog contaré cosas personales, cosas que quizás os pueden ayudar o simplemente cosas que me vienen a la mente y necesito plasmarlas. Sea cual sea, espero os guste. Todo lo que vivimos nos marca y siempre intento aplicar en cada caso «que es lo que me ha enseñado esto» para así seguir creciendo.

Nala

No estás entre nosotros desde el pasado 3 de febrero pero hasta que no ha llegado el día de hoy, 6 de octubre, no he sido capaz de escribirte. Este está siendo un año muy complicado con mis emociones y tu partida me acabó de romper del todo. Desde entonces, nos hemos visto en los sueños pero el sueño de esta noche, ha sido tan sumamente real que esto ha hecho que hoy sea el día de escribirte. Te he vuelto a oler, a sentir entre mis brazos, a escucharte ladrar y poner orden como solo tú sabías hacer. Y es que, cuando lo hacías, siempre tenías razón! Toda una señora y lo hiciste hasta el último momento. Quiero darte las gracias por tantas cosas…

Recuerdas cuando nos conocimos? Tú estabas en una protectora. Tu familia te dejó allí cuando tú ya eras adulta. Al cabo de un tiempo, la protectora buscó ayuda de gente que quisiera acogeros porque se quedaban sin la casa donde estabais todos. Yo dije que quería acoger a la más mayor y fuiste tú. Recuerdas como me enfadaba porque desaparecías en los paseos y eras tú la quién decidías cuando se había que volver a casa? jeje… Pero me enamoré de tí y te adopté.

Primer día en casa
Primer día en casa

Tenías un carácter tan especial que merecías que te hablaran de usted! Así que te decíamos Señora Nala, eh? Y cuando ladrabas yo siempre decía que “o faltaba perra o sobraba voz” porque tenías un ladrido potente como tu!

Tenías siempre las cosas muy claras y aquello que no te gustaba lo hacías saber sin miedo. Siempre has sido muy clara y en ese aspecto nos parecemos y mucho. También porque las dos hemos sido unas “protestonas”!! jeje..

Has ayudado a muchos perros con su rehabilitación en nuestra escuela. Hacías un trabajo brutal! Siempre digo que yo tengo doble luto cuando os vais. El luto familiar y el profesional.

Las primeras Bestioles. El primer equipo!

Normalmente soy yo quien decido cuando tenéis que jubilaros pero contigo no fue así. Tú decidiste qué era el momento y me lo hiciste saber poniéndote de espaldas y mirando la puerta en cada clase! Esa Nala era la que me gustaba! La que sabía lo que quería y la que tenía esa capacidad de decidir! A partir de ahí, te jubilaste y pasaste a ser la portera de la escuela. Te pasabas todo el día suelta por allí y veías quién entraba y quien salía. Eso sí, si estabas acostada por donde pasaban los coches, los hacías dar la vuelta a todos y no te movías por nada del mundo! Hehe.. una señora, vaya!

Felicidad!

Me encantaba verte jugar “a lo bruto”. Cómo me ladrabas para que te siguiera el juego. Cómo bajabas las escaleras de casa con las patitas de dos en dos. Cómo me besabas tan tímida y dulcemente.

Jugando!

Cuántas veces te decía que por favor no te fueras todavía porque haría lo posible para que conocieras vivir en el campo que a ti tanto te gustaba. Pero el destino es muy caprichoso y no lo permitió. Tres meses después cumplíamos uno de los sueños que siempre habíamos tenido, vivir a nuestro campo. Lo hemos cumplido a nuestra manera, pero lo hemos conseguido. Así somos nosotros. Así es esta familia Bestiolenca.

Primer equipo Bestiolenc. De derecha a izquierda: Lloba, Ynka, Iris, Nala, Amelie y Màgic.

Estabas enferma, la edad ya te estaba pasando factura. Cuando faltaba un mes para hacer 13 años te fuiste. Y lo hiciste a tu manera. Siempre estaré agradecida de cómo lo hiciste. Llevabas unas días que no comías y estabas muy triste. Entendí que quizás necesitabas descansar ya. Iban pasando los días pero no mejorabas y finalmente decidí que si el viernes seguías igual, te ayudaría a irte. Cada vez que he tomado esa decisión, es fatal. Tener que decidir por otro ser, es de las peores cosas por las cuales una persona puede pasar. Tengo el consuelo que lo haces por bien pero esto no quita que decides por otra vida. Soy del pensar que tenéis la suerte de poder “disfrutar” de la eutanasia y cuando ya no se tiene calidad de vida o se está sufriendo, aferrarnos a ella. Yo no estaba bien por muchas cosas esas semanas y hacía lo posible para estar a la altura y ayudarte en todo momento. Iban pasando los días y cada vez me angustiaba más la decisión de ayudarte a irte. Una de las veces, empezaste a ahogarte y yo te devolví. Fue muy feo y actué por instinto. No entendía porque habías empezado a ahogarte. Ya era jueves, yo había dicho que si no mejorabas viernes te ayudaría. Pero tú decidiste pasar un jueves súper bien. Así que yo estaba de lo más contenta al ver que estabas estable, no había sufrimiento y podíamos seguir juntas. Ya no tenía que despedirme de ti al día siguiente! Al anochecer subí a la cinta de andar y tú te acostaste ante ella para hacerme compañía. Cuando acabé, me pediste hacer pipi. Así que salimos a la terraza. Al volver a entrar pediste subir al sofá. Mientras Paloma te ayudaba, yo entré a la cocina a prepararte la cena. De repente, Paloma me llamó muy fuerte. Fui deprisa. Estabas respirando muy fuerte e inconsciente. Por un momento pensé en devolverte pero entendí que te estabas yendo. Que lo que necesitabas era que te acompañaremos. Y así lo hicimos. Muy dulcemente te animamos a irte, que hicieras camino. Así fuiste tú! Hasta el último momento, decidiste lo que querías. Quitándome la responsabilidad de tener que decidir. Gracias!

La casa donde vivimos se llama La Senyora y el campo L’Encant. Tú, también descansas ya aquí desde hace un par de semanas. Qué bonito fue el día que enterramos tus cenizas! Cuando ya estabas junto el árbol, vino Genial. Llevaba un cordón de esos con que te gustaba tanto jugar y lo soltó encima tuyo. Fue brutal! Nos quedamos sin palabras y yo estoy segura que se lo agradeciste mucho para poder seguir jugando.

Ahora tenemos una perrita adoptada con muchos miedos. Es mucho más pequeña que tú pero por sus patitas y cuerpo me recuerda mucho a ti. Así que la he llamado Bala.

Mil gracias Nala por todos estos años. Por cuidarme y enseñarme tanto.

No hay día que no te echo de menos y por favor, sigamos viéndonos en los sueños, vale?

Juega mucho con Ynka, Iris y Lloba. Ládrales cómo tú sabes y pone orden siempre.

Te quiero mil, Señora Nala!

Os animamos a valorar el post con las caritas del final de la página i dejarnos un comentario para poder seguir creciendo. Gracias!

×

Hola!

Haz clic a continuación para contactar por WhatsApp o envíanos un email a nuriafayos@gmail.com

× Hola!